viernes, 30 de noviembre de 2018

EL ORIGEN DE UNA DEVOCIÓN TEAPANECA: ROSARIO DE AURORA

Reseña breve del origen de las mañanitas guadalupanas en Teapa.


Templo santuario de la Virgen de Guadalupe en el barrio de Tecomajiaca en Teapa, lugar donde se realizan las festividades de la guadalupana cada año durante doce días consecutivos. Propiedad fotográfica ELGJ.

     En la ciudad de Teapa, Tabasco el fervor guadalupano se vive intensamente desde hace ya 69 años, en aquél no tan lejano diciembre de 1949 cuando el sacerdote español Modesto Carrera Cardo instituyera el famoso “Rosario de Aurora”, que contaba en la lejana España con una larga tradición cristiana católica desde el siglo XVII. Éste sacerdote había llegado ese mismo año a la Diócesis de Tabasco por medio de la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana (conocida como la O.C.S.H.A.) fundada apenas el 4 de junio de ese año, con él también llegaron a Tabasco los sacerdotes Aurelio Lerín Carod, Rogelio Carod Artal, Asterio Urbano Esteban, Columbiano Virseda Martín, Félix Martín Barahona, Geroncio Gómez de Segura donde pidieron escoger la Diócesis más pobre y necesitada de México. Fueron recibidos todos ellos por el entonces Ilustrísimo y Excelentísimo Señor Doctor Don José de Jesús Angulo del Valle y Navarro, dignísimo VIII Obispo de Tabasco.

     La situación de la Iglesia tabasqueña en 1949 era penosa, la carencia de sacerdotes y la relajación de la fe eran completamente evidentes, los templos que durante el periodo conocido como garridisimo fueron destruidos, privaron a los fieles a tener un espacio decoroso para los divinos misterios, fue necesaria la reconstrucción de ellos a base de lucha y esfuerzo por los mismos sacerdotes que llevaban la titánica tarea de la evangelización, de esta forma la Diócesis se convertía en un estado permanente de misión. El primer obispo pasada la persecución fue Mons. Vicente María Camacho y Moya, gran poeta y compositor, a él le debemos los más bellos versos que se cantan durante las fiestas guadalupanas como "12 de diciembre" y "La Virgen María es nuestra protectora", entre otros. A él le correspondió la reorganización de la Iglesia tabasqueña, de los fieles y el clero que era escasísimo.

     A su muerte en 1942, fue nombrado Administrador Apostólico el Obispo Del Valle y tres años después (1945) nombrado obispo titular de la Diócesis. Como misionero que había sido, continuó con la obra de reorganización pidiendo auxilio a las demás Diócesis, sin embargo, todas ellas se encontraban en el mismo estado, años después los michoacanos  y jaliscienses tomarían en sus manos el llamado, pero quienes se aprestaron al apoyo con más fervor en esos años fueron los españoles que llegaron en oleada durante casi dos décadas a las Diócesis con escaso clero, imponiendo un estilo devocional español que muchas fiestas actualmente ostentan. No podemos abordar la institución del Rosario de Aurora sin detallar biográficamente al fundador de esta bella devoción.

Presbítero Modesto Carrera Cardo celebrando la Eucaristía en el templo de Santo Domingo de Guzmán, Pichucalco, Chiapas donde era párroco. Propiedad Oficina Parroquial de Pichucalco, Chiapas.

     Modesto Carrera Cardo era hijo de Máximo Carrera y Feliciana Cardo, había nacido el 1 de julio de 1906 en la población de Santa María del Río, en la provincia de León, España. Era el tercero de cinco hijos, él era el único varón, sus hermanas fueron Victorina, María Ángela, Gervacia y Concepción. Su sobrina más cercana Tomasita de Lucas Carrera nos esboza un detalle característico de él y su familia Carrera “…Cuando tío Modesto estaba en el pueblo era todo más agradable y divertido: en casa, abuelita y las tías eran más cariñosas con nosotros porque papá y mamá no estaban todo el tiempo que duraba el verano. Digo lo de cariñosas porque el carácter de los Carrera ha sido siempre áspero y fuerte y las manifestaciones cariñosas no eran frecuentes aunque nosotros nos encontrábamos a gusto porque sabíamos que nos querían mucho y bien.” En este ambiente creció, a pesar de la dureza durante los primeros años, no impidió creciera en él los deseos de una fuerte vocación sacerdotal y una vida llena de piedad.

     Estudió en el Seminario de León y de Palencia, se ordenó sacerdote el 22 de noviembre de 1931 a la edad de 25 años de manos del Señor Obispo de León, el Excelentísimo Doctor Don José Álvarez Miranda. Fue nombrado ecónomo de las parroquias de Bejes, Pendes y la Cabaña en la provincia de Santander y párroco en la Tapiola en la provincia de Zamora. Sufrió la persecución religiosa de la Guerra Civil Española, donde escapó de morir gracias a la intervención de la Virgen del Carmen en su escapulario. Su deseo de ser misionero le llevó a pedir a su Obispo poder partir para América a la Diócesis más pobre para evangelizar, venciendo las dificultades, se embarcó con varios sacerdotes casi a finales de 1949 hacia la ciudad de México y enviado a Tabasco donde el Obispo los recibe con alegría, fungiendo como párroco del “Jacalito” que era la Catedral de Tabasco.

Rosario de Aurora conocido tradicionalmente como mañanitas guadalupanas caminando por la calle Francisco Trujillo Gurría, año 2009. Propiedad fotográfica ELGJ.

     Posteriormente trasladado a Teapa en calidad de vicario donde reconstruyó los templos de Tecomajiaca y Santiago Apóstol, residiendo durante unos meses en el templo del Señor de Esquipulas; debido a situaciones conflictivas con algunas personas políticas influyentes de Teapa como Maximiliano Méndez Méndez entonces presidente municipal y Emilio Dupeyrón Salazar, fue trasladado a la parroquia de Tacotalpa donde hizo un trabajo excepcional reconstruyendo los templos de la Asunción y el de Santiago Apóstol de Tapijulapa, misionando hasta Sabanilla y regiones aledañas donde ningún sacerdote había llegado en tiempos, la piedad popular señala que hasta milagros se obraron por sus manos.

     Nuevamente en 1957 toma posesión de la parroquia de Teapa donde ve muy adelantada la devoción a la Virgen de Guadalupe en el templo de Tecomajiaca. Ahí años atrás había establecido el “Rosario de Aurora”, muy de madrugada las personas se despertaban para acompañar al padre Modesto cantando alabanzas a la Virgen y Jesucristo, en el playón del río cercano al Pasito, sobre las piedras solía pararse y gritar señalando con su dedo el cielo, y repetía: “Al cielo, al cielo, al cielo quiero ir” y otros himnos eucarísticosSu espíritu de devoción mariana era ejemplar, supo legar a los teapanecos una gran devoción a Santa María de Guadalupe de la misma forma como amó a la Virgen del Pilar. Entonces las personas se levantaban a las 5 am para rezar el rosario por las pocas calles que en ese entonces Teapa tenía como las calles Gregorio Méndez, Bernal Díaz del Castillo, Manuel Buelta, Dr. Ramón Medina, Simón Sarlat, José Eduardo de Cárdenas y Lic. Mariano Pedrero.

     Se cuenta que cuando pidió el parecer a su párroco el padre Carlos G. Rubio de iniciar una serie de procesiones al alba para rezar el rosario y acompañar el camino de Juan Diego al encuentro de la Virgen de Guadalupe, le dijo el padre Carlitos que tendría que motivar mucho a los pobladores pues eran muy apáticos a la fe y los actos devocionales, con ayuda de unas mujeres piadosas como las hermanas Valencia, Elvia Romero, Carmita Cornelio, Carmen Incháustegui y Carmen Rueda dio inicio a las caminatas de mañana, solía llevar el rosario en la mano, mientras alguna de ellas con una campana salía a despertar a la gente mientras caminaban por las calles rezando a coro y cantando, poco a poco se le iba uniendo la gente, año con año fue de esa manera, aún cuando habían trasladado al padre a Tacotalpa, a su regreso, retomó con más fuerza el acto piadoso. Prontamente se unieron las hermanas Landero (Pilar, Martha y Olga), según el testimonio de ellas, cuando preguntaba el padre por ellas decía: "¿Dónde están las Landero? ¿No es que ya se murieron?" Pero la más allegada su persona y quizá la que más le confidenció sus pensamiento y obras fue a Aura del Carmen Cornelio Hernández, ella recordaba que el padre le decía: "Carmita, tu eres mi mano derecha", cuando a ella se le hacía imposible alguna cosa y no podía salir de ningún apuro le decía: "Muérete Carmen, muérete, pero muérete ahora", con la finalidad de darle valor a hacer hasta lo imposible para seguir adelante.

Salida de la peregrinación a las 3 am del templo parroquial de Santiago Apóstol pasando por las calles que le corresponda según el itinerario del docenario y cuyo final es el templo de Tecomajiaca, año 2009. Propiedad fotográfica ELGJ.

     Cuando aún la parroquia de Pichucalco pertenecía a la Diócesis de Tabasco es trasladado a ella en 1961, hasta que se erige la Diócesis de Tuxtla Gutiérrez y la parroquia pasa a pertenecer a su jurisdicción, entonces se incardina en ella hasta el día de su fallecimiento el 1 de enero de 1995. Ahí desplegó su celo pastoral por toda la zona que abarcaba la parroquia, desde Reforma hasta Ixtacomitán, sobre todo cuando el volcán Chichonal hizo erupción en 1982. A su sepelio asistió el Obispo de Tabasco, Mons. Florencio Olvera Ochoa celebrando la Eucaristía y el Obispo de Tuxtla, Mons. Felipe Aguirre Franco, sepultado en el templo parroquial de Santo Domingo de Guzmán, Pichucalco, Chiapas.

     Gracias a las gestiones realizadas por la sociedad pichucalquense y del entonces párroco de Pichucalco, se inició la intención de llevar el proceso de beatificación y canonización del padre Modesto Carrera Cardo en el año del 2009, se están recogiendo los testimonios de personas que le conocieron y convivieron con él, esperando pase a la primera fase diocesana para formar la documentación necesaria para la Introducción de la Causa ante la Santa Sede.

     Posteriormente a la salida del padre Modesto de la parroquia de Teapa, el padre Inocencio Berumen Serrano continuó la celebración de los Rosarios de Aurora, pero llamándose mañanitas guadalupanas dentro del marco del docenario de la Virgen del Tepeyac. Solía caminar el padre por terrenos aún lodosos, el frío de la mañana o la lluvia repentina no apagaba ese espíritu de devoción de los teapanecos, se empezaron a recorrer callejones y se hizo más amplio el programa de las festividades. Con el padre Guadalupe Medina en 1974 tornó diferente, debido a la precaria salud del sacerdote, solamente se rezaba el rosario sin concluir con la Santa Misa, pues al llegar al templo se encontraba cerrado, pues el padre no podía celebrar muy de mañana. Los padres Miguel Jiménez, Pablo Barba  y Joaquín Díaz le dieron mayor empuje a la celebraciones, celebrando el docenario como fiesta patronal, agregando cuadros bíblicos, con mayor cantidad de misas y programando para cada día a una comunidad o ermita céntrica su participación, las mismas hijas adoptivas del padre Modesto continuaron apoyando con el rezo del santo rosario, las hermanas Landero fueron las principales promotoras durante muchos años de la continuación de la tradición hasta el tiempo que sus fuerzas agotadas por la edad les impidió asistir a ellas, entonces se fueron trasladando a las 3 de la madrugada, la cual permanece hasta el día de hoy.

Llegada de la imagen al templo de Tecomajiaca, imagen que durante más de 10 años ha acompañado el peregrinar de los teapanecos cada principios de diciembre. Propiedad fotográfica ELGJ.

     Cabe destacar que desde el tiempo del padre Ramón Abel Medina Espinoza a principios del 2000 (sacerdote originario de Teapa) hasta la actualidad ha ido aminorando la cantidad de personas que asisten a las mañanitas, cuando en sus mejores años era increíble la muchedumbre que durante 12 días caminaban con una imagen de la guadalupana, año hubo en que la imagen misionera de la Virgen bendecida por el Papa San Juan Pablo II recorrió unos días durante el docenario, hoy solamente ese recuerdo queda de esas pomposas caminatas, el último año 2017, fueron muy pocas las personas que participaron, incluso la más concurrida que el 11 de diciembre y quizá la más pesada, pues se dirigen a CATSA de la familia Espadas junto al cerro del Coconá para rendir tributo a la imagen de la Virgen de la empresa saliendo mucho más temprano para poder llegar a las 7 am a la celebración de la misa, no llegó como se esperaba, la juventud es quien acompaña casi siempre a la devoción.

     Es así como, a vuelo de pájaro esbozamos la institución de las mañanitas guadalupanas en Teapa por parte de su fundador el padre Modesto Carrera Cardo, que desde el cielo siga pidiendo por su obra para que no se apague la devoción de los teapanecos a la Virgen Morena. Recordamos aquello que dijo Ignacio Manuel Altamirano en su libro Paisajes y leyendas, tradiciones y costumbres de México en 1886:
"El día que se deje de venerar a la Virgen del Tepeyac en esta tierra, es seguro que no solo habrá desaparecido la nacionalidad mexicana, sino hasta los moradores del México actual."


Lic. Eddy Lorenzo González Jiménez, historiador.


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Bibliografía

  • González Jiménez, Eddy Lorenzo: Las ‘mañanitas’ guadalupanas. Una devoción popular que se transforma en una tradición. Artículo publicado para el Semanario Tribuna de Tabasco el 10 de diciembre del 2013, año XV, no. 302. Teapa, Tabasco.
  • Relación testimonial de Olga, Martha y Pilar Landero García para el proceso de beatificación y canonización del Siervo de Dios Presbítero Modesto Carrera Cardo en la ciudad de Teapa.
  • Relación testimonial de Aura del Carmen Cornelio Hernández para el proceso de beatificación y canonización del Siervo de Dios Presbítero Modesto Carrera Cardo en la ciudad de Teapa.
  • Testimonio biográfico del Presbítero Modesto Carrera Cardo de su sobrina Tomasita de Lucas Carrera en Santa María del Río, León, España a petición de Eddy Lorenzo González Jiménez.
  • Romero Mensaque, Carlos José (2012): El fenómeno de los rosario públicos en España durante la época moderna. Estado actual de la cuestión. Revista de Humanidades, no. 19. Sevilla, España, págs. 87-115.
  • Aldecoa Calvo, José Serafín (1993): La despertada y el rosario de la aurora de Blancas. Cuadernos 6. Blancas, Teruel, España, págs. 41-80.
  • Romero Mensaque, Carlos José (2016): La predicación dominicana del rosario. El Rosario de la Aurora de Zafra en el siglo XVIII. Revista de Humanidades, no. 27. Sevilla, España, págs. 163-192.
  • Garrigós Meseguer, Antonio (1992): Evangelizadores de América. Historia de la OCSHA. Biblioteca de Autores Cristianos. España, 840 p.

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