viernes, 31 de agosto de 2018

PRESBÍTERO NICANOR JOSÉ GONZALO HERNÁNDEZ SERRANO

Gobernador de la Mitra de Tabasco

Parte 2



     Al hallarse en su residencia del Seminario Conciliar, fue solicitado para el Curato de Calotmul donde era Cura propio el muy ilustre Sr. Dn. Vicente Marín, en cuyo lugar esperó la llegada del señor Administrador Apostólico hasta el día siguiente que arribó en compañía de los señores Provisor Dn. Manuel Secundino Sánchez y el comerciante Dn. Ildefonso Gómez, dirigiéndose en su compañía a la villa de Tizimín, en visita pastoral a los pueblos de esta parroquia. Entonces desde la salida del señor Administrador hasta principios de noviembre de 1864 vacaron algunos curatos como el de Motul, Dzidzantún y Hecelchakán. El Administrador Sr. De la Gala había pensado en Padre Hernández para ocupar alguno de estos curatos de categoría, pero aceptó el Calotmul en sustitución del Sr. Marín que pasaba al de Dzidzantún.

Templo parroquial y exconvento de la Inmaculada Concepción de Calotmul del siglo XVIII, perteneciente a la orden franciscana de la Provincia de San José de Yucatán, después de la supresión de las órdenes religiosas pasó a manos del clero secular, donde el Padre Hernández tomó posesión de ella como Cura propietario. Fotografía de Lynda Lock, 2014.

     Al efecto, así fue nombrado Cura encargado y Juez Eclesiástico de Calotmul hasta julio de 1865, que lo entregó al Sr. Cura Dn. José Luciano Pérez, por renuncia que hizo repetidas veces a aquél destino, pasando luego a la ciudad de Mérida y fijando su residencia en la iglesia de Santa Ana, al lado del virtuoso cura Dn. Felipe de Jesús Álvarez.


Parroquia y templo de Santa Ana en el barrio del mismo nombre, ciudad de Mérida, ca. 1900. Propiedad Gonzalo Navarrete Muñoz, "Rincones Mágicos de Mérida", octubre 2011, págs. 68-71.

     A principios del mes de diciembre de 1865, unos vecinos provenientes de Teapa en el Estado de Tabasco, llevaron el encargo general de toda la población de solicitar al Prelado y al Gobierno Eclesiástico de Yucatán proveyera de sacerdote aquél curato, pues su Sr. Cura, que lo era el Pbro. Dn. José Paulino Méndez, no le era posible su residencia en ella debido a los acontecimientos políticos que se estaban viviendo a causa de la intervención proimperialista en el Estado. Al principio el Prelado se resistió a hacer el cambio, pero debido a la necesidad imperante tuvo que solicitar a los señores eclesiásticos quienes pusieron excusas para dejar la ciudad de Mérida, más bien era por la lejanía, el clima extremo y las situaciones políticas que se vivían en aquél lugar.

     Pensó el Prelado entonces en el Sr. Pbro. Hernández para llenar aquél puesto. Fue solicitado para recibir órdenes superiores y presentarle la idea de la parroquia de Teapa, pero nada pudo hacerse en ese momento, pidió tiempo para pensarlo e informarse mientras consultaba a algunos amigos como el Sr. Dn. Benito Aznar Pérez, el Dr. Dn. Simón Sarlat García (padre del que fuera gobernador de Tabasco) y otras personas ilustres más.

     Solicitó al Vicario in cápite de Tabasco, Pbro. Manuel Gil y Sáenz un estado de la situación de la parroquia de Teapa, no por interés o preocupación, sino para dar tiempo al tiempo esperando que el Prelado desistiera la idea de destinarlo a aquella parroquia, pero no fue así.

     Entrando el año de 1866, ofreció su ministerio para cualquier curato donde necesitara el Cura un ayudante, pero se le ordenó retirarse a su residencia por estar todavía previsto el asunto de la parroquia de Teapa sin la posibilidad de cargo alguno al ministerio mientras no resolviera tal asunto.


Templo parroquial de Santiago Apóstol de Teapa, fotografía de los años 60's. Propiedad Hilario Orea Muncia.

     En marzo fue llamado a la parroquia de Acanceh a celebrar la Semana Santa por hallarse enfermo el Sr. Cura Dn. José María Marentes. El 25 de abril fue llamado a Mérida para recibir su nombramiento como Cura encargado, Vicario Foráneo y Juez Eclesiástico de Teapa, cuyo nombramiento aceptó el 27 del citado mes. Se embarcó el 7 de junio para Tabasco, arribando a Frontera el día 10, subió para San Juan Bautista el 14 y desembarcó en la capital el 17. Continuó para Teapa el 21 y el 22 a las 8 de la noche, llegó a su nueva residencia, se hizo cargo de la parroquia el 6 de julio de 1866 hasta el 2 de junio de 1884.

     El 19 de junio de 1869 recibió en su parroquia de Teapa al Ilmo. Sr. Dr. Dn. Manuel Ladrón de Guevara, dignísimo Obispo de Chiapas, quien habría de fallecer dos meses y días de haber llegado a la capital de su Diócesis. El 24 de diciembre de 1870 nuevamente se vio honrado de recibir al Ilmo. Sr. Dr. Dn. Germán Ascención Villalvazo y Rodríguez, digno sucesor del Sr. Guevara. El 3 de febrero de 1873, volvió a recibir a su Señoría Ilustrísima, a quien hospedó durante tres días, así con otros ilustrísimos señores de Yucatán, México y Tabasco.


Fotografía del Ilmo. Sr. Dr. Dn. Apolinario Agustín Torres y Hernández, CM que fuera Primer Obispo de la Diócesis de Tabasco (1882-1885). Propiedad del INAH.

    El Ilmo. Sr. De la Gala trabajó mucho por el establecimiento del Obispado de Tabasco. En los últimos días del mes de enero llegó a la capital el Sr. Pbro. Lic. Fernando María Torres y Hernández, CM entonces Canónigo Magistral de la Santa Iglesia Catedral de Zacateca con todos los poderes del Ilmo. Sr. Dr. Dn. Pelagio Antonio de Labastida y Dávalos, delegado de Su Santidad, acompañado de la Bula de erección en cumplimiento de los deseos de S. S. León XIII, erigiendo el nuevo Obispado, cuyo gobierno tenía a su cargo en calidad de Administrador Apostólico en tanto su hermano el Ilmo. Sr. Dr. Dn. Apolinario Agustín de Jesús Torres y Hernández, CM tomaba posesión, que lo hizo en los primeros días de la Semana Mayor. El Obispado se fundó el 12 de febrero de 1882.


Lic. Eddy Lorenzo González Jiménez, historiador.

jueves, 30 de agosto de 2018

PRESBÍTERO NICANOR JOSÉ GONZALO HERNÁNDEZ SERRANO

Gobernador de la Mitra de Tabasco

(Parte 1)

Litografía del Señor Canónigo Presbítero Nicanor José Gonzalo Hernández Serrano (1900). Propiedad ELGJ.

     Nació en poblado de Kikil (actual comisaría), entonces  pueblo de Tizimín, del Partido del mismo nombre el 10 de enero de 1834, hijo de los señores Luis Beltrán Hernández y Boutier y María de los Reyes Serrano y Larra, bautizado como Nicanor José Gonzalo.
  • Nicanor, por haber nacido el 10 de enero, festividad del santo diácono.
  • José por el patrocinio otorgado el día de su bautizo y en honor a su abuelo paterno.
  • Gonzalo por en honor a su abuelo materno.

     Desde su temprana edad, él y sus padres se fueron a vivir a la villa de Valladolid donde permanecieron hasta 1848 poco antes de desencadenarse la famosa "Guerra de Castas", pasando a ciudad de Campeche y posteriormente a radicar en la isla de Cozumel. Ahí su familia conocerá al generoso caballero don Tomás de Mendiburo que les brindará su protección en tiempos por demás difíciles cuando la situación política, social y económica de Yucatán se estaba volviendo insostenible debido a la guerra, llevándoselos a Motul donde vivirían fuera del alcance de la situación yucateca.

Edificio que antiguamente fue el Seminario Conciliar de Nuestra Señora del Rosario y San Ildefonso del Obispado de Yucatán fundado por el Ilmo. Sr. Dr. Fray Francisco de San Buenaventura Tejada Diéz de Velasco, OFM en 1751 en la ciudad de Mérida, donde estudió el Pbro. Nicanor José G. Hernández de 1853 a 1858. Fotografía de dominio público.

     Cumpliendo los 19 años en 1853 decide ingresar al Colegio Seminario Conciliar de Nuestra Señora del Rosario y San Ildefonso del Obispado de Yucatán en de la ciudad de Mérida con la finalidad de tomar la carrera eclesiástica y donde tendrá excelentes maestros:
  • Lic. Francisco Martínez de Arredondo, que fuera Magistrado de la SCJ.
  • Don Juan Antonio Esquivel.
  • Ilustrísimo Sr. Canónigo Pbro. Saturnino Vela, que sería Chantre de la S. I. C.
  • Ilustrísimo Sr. Rector Pbro. Leandro Rodríguez de la Gala, futuro obispo de Yucatán.

     No pudo optar por grados académicos debido a la falta de recursos económicos, pero si logró acceder a las sagradas órdenes gracias a su esfuerzo y dedicación, además de haber sido un alumno ejemplar y aplicado en sus materias, durante todos sus estudios hasta lograr su primera misa lo hizo bajo la protección del Sr. Cura Dr. Dn. Nicolás Baeza y de su prelado:
  • Subdiaconado en el mes de febrero de 1858.
  • Diaconado en el mes de mayo.
  • Presbiterado el 17 de septiembre por manos del Ilustrísimo Sr. Dr. Dn. José María Guerra y Rodríguez Correa, obispo de Yucatán.

     Después de su ordenación sacerdotal fue destinado a la parroquia de San Cristóbal de la ciudad de Mérida como Teniente Cura, donde era Cura su gran benefactor el Dr. Baeza. Despidiéndose el miércoles de ceniza del año de 1864 para pasar a residir en el Palacio Episcopal por mandato del Ilustrísimo Sr. Dr. Dn. Leandro Rodríguez de la Gala, entonces ya Administrador Apostólico del Obispado de Yucatán. Durante ese lapso solicitó permiso para visitar a sus familiares en Valladolid que residían ahí desde hacía un año.

Parroquia y Convento de San Antonio de la ciudad de Izamal, Yucatán. Litografía del siglo XIX, ca. 1820. Propiedad del Archivo Público de la Ciudad de Izamal, Yucatán.

     A su regreso fue solicitado por el Señor Cura de Izamal, Dn. José Eulalio Díaz como Coadjutor pero no quiso aceptar el nombramiento y prefirió seguir siendo Teniente, poco tiempo después el Cura Díaz fue trasladado a otra parroquia y quedó a cargo como Cura interino de la parroquia de San Antonio por órdenes superiores, hasta que por instancias suyas ante el Gobierno Eclesiástico entregó la parroquia a manos del Pbro. José Mateo Rojas, durante este tiempo no desea tener una responsabilidad o teme a hacerse cargo de una responsabilidad mayor como era ser Cura de alguna parroquia. Es enviado por influencia del Sr. Provisor Dr. Dn. Manuel Secundino Sánchez al Seminario Conciliar donde era querido por todos.

     El 10 de julio de 1864 fue destinado al Curato de Teabo debido al delicado estado de salud de su párroco, el M. R. P. Fray Marcelino Vera que se había ausentado para reparar su salud, pero el mismo día que iba en camino hacia Teabo, al pasar por el pueblo de Mama le notifica el Sr. Cura Dr. Dn. José Antonio Monforte la repentina muerte del Sr. Vera, lo que hizo apresurar su llegada el 12 de mismo mes, se hizo cargo de la parroquia, practicó inventarios, dio cuenta al Superior Gobierno Eclesiástico y rehusó el nombramiento de Cura interino que se le ofreció, entregando a los quince días el Curato al Sr. Pbro. Dn. Francisco Palma y regresó a Mérida al Seminario.

Parroquia y convento de San Pedro y San Pablo de Teabo, administrado por la orden franciscana de la Provincia de San José de Yucatán hasta la muerte de su último párroco que lo fue el M. R. P. Fray Marcelino Vera, OFM el 11 de julio de 1864 en la villa de Ticul, pasó a manos del clero secular hasta el presente. Esta parroquia fue atendida por el Pbro. Hernández durante quince días en 1864. Fotografía de dominio público.

Lic. Eddy Lorenzo González Jiménez, historiador.

martes, 28 de agosto de 2018

PRESBÍTERO MANUEL GONZÁLEZ PUNARO

Fotografía tomada del periódico Rumbo Nuevo no. 42, año II, del 13 de diciembre de 1943, dirigido por el Lic. Manuel Antonio Romero. Propiedad ELGJ.


        Pbro. Manuel González Punaro, n. el 25 de diciembre de 1885 en la ciudad de San Juan Bautista, Tabasco, hijo del Señor Manuel González Fernández y la Señora María Francisca Punaro Álvarez, sus primeras letras las hizo en la ciudad natal, inició en el Seminario Conciliar de Tabasco que había sido fundado por el Ilmo. Sr. Obispo José Perfecto Amézquita y Gutiérrez, CM (1886-1897) y recibió la tonsura y primeras órdenes de manos de Mons. Francisco María Campos y Ángeles, III Obispo de Tabasco (1898-1907) el mismo que le llevó al diaconado en 1906 y el presbiterado en 1907 en la Santa Iglesia Catedral de Esquipulas de la diócesis.

    Fue primero vicario y posteriormente párroco del Sagrario Catedral, de San Isidro Comalcalco, de Santa María de Guadalupe en Frontera, del Señor de la Salud de Jonuta, Canónigo Magistral durante el pontificado de Mons. Juan Antonio Hernández y Rodríguez, V Obispo de Tabasco (1914-1922), colaboró con el entonces párroco del Sagrario San David Uribe Velasco (canonizado en el 2000) en el mejoramiento de la Catedral en 1914 junto a los canónigos Sebastian Guerrero y Justo Condey para su posterior reapertura en 1918.

Celebrada imagen del Cristo Señor de la Salud de la antigua catedral de Tabasco, venerada en el Templo de Santa Teresa la Nueva de la Ciudad de México, llevada y rescatada por el Pbro. Manuel González Punaro. Propiedad Tacho Juárez Herrera.

     A la llegada del Dr. Pascual Díaz y Barreto como VI Obispo de Tabasco se le nombró Vicario General y Provisor de Obispado, hasta la salida del Obispo de Tabasco por relacionársele con el delahuertismo en 1924. El gobernador Garrido lo eligió para Obispo Rojo (socialista) encabezando la Iglesia Católica Apostólica Mexicana en el teatro Merino en 1925, mismo que no aceptó, saliendo de Tabasco, llevándose la imagen del Señor de la Salud que tenía gran veneración entre los tabasqueños y refugiándose en el Arzobispado de México por la amistad con el Arzobispo José Mora y del Río (1908-1928)  y posteriormente con el nuevo que lo será Mons. Pascual Diaz (1929-1936), le asignó el templo de Santa Teresa la nueva, regresó a Tabasco en 1942 y falleció en la ciudad de México el 26 de noviembre de 1943, sus restos traídos a Tabasco fue sepultado en Atasta en el panteón local.


Lic. Eddy Lorenzo González Jiménez, historiador.

jueves, 9 de agosto de 2018

SOBRE EL NOMBRE DE TEAPA Y SU CIUDAD


¿Sabías que…?
            En la cabecera del municipio de Teapa existe un ojo de agua natural conocido como El Mure, según muchos procedente de una corriente subterránea del Cerro Madrigal y otros que del Coconá, interconectado por unos túneles que desembocan en las pozas del río Teapa, un brazo brota de un lomerío que baja al río y que fue conocido durante la época prehispánica como “agua”. Por su origen natural, el manantial fue asociado a la Nøwayomo, deidad femenina zoque que se veneraba en el lugar y que protegía ese nacimiento, por muchos siglos sería sitio ritual para el pueblo zoque asentado en sus inmediaciones, el antiguo pueblo de Tzanø’ Mø, que fue nahuatlizado por los mercaderes a Teapan, cuyo significado es “Río de Piedras”. Tzanø’ Mø es el nombre prehispánico del municipio y el origen de su nombre.
Foto 1: Aerofografía o fotografía satelital de la ciudad de Santiago de Teapa. Propiedad Arq. Diana León (2012-13).
Todos hemos conocido la ciudad simplemente como Teapa, pero su denominación completa es CIUDAD DE SANTIAGO DE TEAPA, así con todas sus letras. En la mayor parte de los registros públicos, privados y oficiales, especialmente en la documentación del siglo XIX y todavía hasta principios del siglo XX se cita a la ciudad cabecera como Santiago de Teapa. De hecho el Vicegobernador Marcelino Margalli y el Congreso del Estado firmaron el Decreto que concede al pueblo de Teapa como Villa el 27 de Octubre de 1826 y en él pasó a denominarse de esa forma.
Posteriormente los libros del Registro Civil desde 1861 hasta 1890 proceden en el encabezado de la siguiente manera: "En la ciudad de Santiago de Teapa...", pero es cuando llega como Juez del Estado Civil don Ramón Nonato López, que suprime el primer nombre dejando únicamente: "En la ciudad de Teapa...", no hubo razón legal para eliminarlo. Al asumir el gobierno de Tabasco el Ausencio Conrado Cruz en 1927, procede a cambiar los nombres religiosos que ostentan muchos municipios, pueblos y villas de Tabasco, pero en el Decreto no le quita a Teapa ni su nombre, ni el de lugar alguno en el municipio. Pero desafortunadamente, el tiempo hizo caer en el olvido su nombre original. Teapa, es por tanto, el nombre del Municipio, pero el de su ciudad es y seguirá siendo SANTIAGO DE TEAPA.

Lic. Eddy Lorenzo González Jiménez, historiador.

martes, 7 de agosto de 2018

BARRIO DE ESQUIPULAS CON 239 AÑOS DE FUNDACIÓN


            La tediosa pero importante labor de investigar en Archivos Históricos en diferentes lugares como Guatemala, Chiapas y Yucatán me ha llevado a descubrir que el desarrollo histórico está más allá de lo escrito y compilado en el libro de Historia y Geografía de Teapa del distinguido Manuel Rosado González o las diversas monografías que escuetamente dicen poco o nada sobre la historia de Teapa y de lo que hay, muchos datos son mitos que debieran desmentirse.

            El barrio de Esquipulas desde el siglo XVII era un amplio de terreno de lomeríos bajos abandonados que funcionaban como camino real a los pueblos de Tacotalpa, Tapijulapa y Oxolotán donde se encontraba la vicaría de los religiosos dominicos que administraban la iglesia de Santiago, patrón de Theapa. A finales de ese mismo siglo, con el aprovechamiento de la mano de obra esclava y parda se construyeron galerones que sirvieron de casa habitación para estos grupos sociales, apropiándose de la tierra sin merecimiento legal alguno, edificándose también una pequeña ermita, la primitiva dedicada a San Lorenzo mártir.

Foto 1: Calle Dr. Ramón Medina Jhonson, antes Lic. Justo F. (Francisco) Santa Ana Oviedo, que lleva al barrio de Esquipulas en Teapa, al fondo se aprecia el templo del Cristo negro de Esquipulas.
            Mientras tanto en la ciudad de Antigua Guatemala un grupo de criollos solicitaron merced de tierras al rey Carlos III, ya que la situación de abandono y necesidades eran realmente precarias, el cual otorgó Real Cédula del 26 de agosto de 1778 concediéndoles terreno para habitarlo y trabajarlo; el encargado de ejecutar las letras reales fue el gobernador de la provincia don Pedro Dufau Maldonado y delimitar el terreno que debía ser fraccionado para formar el primer barrio del pueblo (Tecomaxiaca era un pueblo no un barrio). Los solicitantes salieron de Antigua a principios de noviembre trayendo la imagen del Cristo Crucificado que se venera en el pueblo Esquipulas al oriente de la Audiencia y Capitanía General de Guatemala y llegaron a Theapa el 14 de enero de 1779 entrando en la ermita de San Lorenzo y colocando la imagen en el altar mayor; se le ha denominado a esta migración como “peregrinación histórica”.

            Al llegar los nuevos habitantes a las tierras de su propiedad se encontraron con la ocupación por parte de los negros, pardos y algunos indígenas zoques; el alcalde ordinario solicitó a los intrusos la salida de las tierras y desocupar las galeras para fraccionar y darle a los criollos la parte correspondiente, sin embargo, éstos acordaron reducir sus terrenos y compartir el lugar con los que desde hacía más de un siglo vivían de la tierra y su cosecha. Por los datos que aportan la Real Cédula y las instrucciones del gobernador Dufau, el terreno habitable colindaba con algunas haciendas como la Concepción al norte, Santa Ana al suroeste, el pueblo de Theapa al este y la Encarnación al oeste, actualmente sería desde el parque Ecológico hasta la subida a Nicolás Bravo, desde el fraccionamiento La Tejería hasta donde actualmente está La Diplomática.

            Desde esa época hasta la actualidad se ha celebrado con gran devoción la  milagrosa imagen del Cristo Negro de Esquipulas, y de ser el barrio de San Lorenzo de los negros se ha denominado barrio de Esquipulas. La construcción de la iglesia empezó desde mediados del siglo XVIII y culminó antes de cerrar la centuria, cuyos materiales fueron piedra bola del río y argamasa de cal, con techo de paja y guano a dos aguas sostenida por horcones de madera, una sola nave con puertas laterales y en el frente un arco que sostenía las dos campanas originales (actualmente ninguna existe) y con relieve de cruz y puerta rústica de madera, contando con una cruz atrial de madera que no sobrevivió al siglo XIX.

            Es así como se narra de manera sucinta la historia del barrio de Esquipulas, que este año cumplió 238 años de fundación, que pasan desapercibidos por el notable desinterés de nuestras autoridades por querer conocer más sobre los orígenes de Teapa, esto genera la pérdida de identidad y de cultura, una invitación a la investigación histórica y científica.

Lic. Eddy Lorenzo González Jiménez, historiador.

lunes, 6 de agosto de 2018

LA VENERACIÓN AL CRISTO NEGRO DE ESQUIPULAS EN TEAPA

            El Cristo negro denominado comúnmente Señor de Esquipulas es la representación del Crucificado en el momento de su muerte en la Cruz, es originario de la región de Chiquimula en el actual país de Guatemala. Su veneración se ha constituido desde hace ya 400 años por un sinnúmero de personas que han recibido de él, enormes gracias extraordinarias, favores, curaciones y milagros.

Foto 1: Actual imagen del Cristo Negro Señor de Esquipulas que se venera en el templo del mismo nombre en su barrio, esta imagen fue donada, se asegura, por el señor don Lorenzo Mollinedo por los años 50's. Propiedad ELGJ.
            Desde la llegada a Teapa el 14 de enero de 1779 quedó identificada y profundamente arraigada la devoción al Cristo, de ésta imagen fundadora no tenemos dato alguno de su pervivencia en Teapa y si logró cruzar el siglo XIX en los constantes vaivenes vividos en la provincia a favor de la Independencia y los ataques extranjeros causados por las intestinas invasiones de otros países. Sin embargo, ante los datos referidos por otros viajeros podemos tener una idea de cómo era esta imagen: “siete pies de largo, negro como el carbón, y cubierto de heridas semejantes a emplastos de lacre. Este monstruoso ídolo tiene la cabeza cubierta con una enorme peluca rubia de mujer, que hace un contraste de los más grotescos con el cuerpo de ébano del hijo de Dios y su gesticulante rostro.” Sin duda esta visión de un visitante alemán nos detalla cómo estaba originalmente la escultura de Esquipulas.

            El paso del tiempo habiendo deteriorado la imagen, fue necesaria reemplazarla con otra, también originaria de Guatemala, pues siempre se ha identificado éste país por sus tallas artesanales en la elaboración de imaginería religiosa. Ésta última talla fue quemada durante el garridismo y su cruz aún se conserva en una localidad cercana a Teapa perteneciente al vecino estado de Chiapas. La última que poseemos actualmente fue una donación realizada por don Lorenzo Mollinedo a la iglesia del barrio para remplazar aquella que fue quemada por los anticlericales.

            Las festividades mismas dieron origen a las ferias de barrio, mismas que apoyadas por los Ayuntamientos daban un aspecto recreativo al pueblo y servía asimismo como centro comercial donde llegaban de diversos lugares vendedores trayendo sus productos para efectuar el intercambio, trueque o venta.

Foto 2: Imagen original del Cristo Crucificado Señor de Esquipulas que se venera en la basílica en la ciudad del mismo nombre, provincia de Chiquimula, Guatemala, junto a la venerada imagen se aprecian san Juan y la Santísima Virgen María, a los pies se haya la imagen de santa María Magdalena que no se aprecia. Propiedad ELGJ.
            Esquipulas como primer barrio de la ciudad de Santiago de Teapa fue también un centro social donde convivieron diversas culturas emanadas de su identidad histórica, a saber: los indígenas zoques que trabajaron mucho por las festividades religiosas especialmente la de mayo; los negro, pardos y mestizos hicieron lo propio con la festividad de Esquipulas y las familias de hacendados y ricos comerciantes transformaron la fisonomía del barrio aportando económicamente para la edificación de casas y la misma Iglesia.

            Año con año la fiesta de Esquipulas ha sobrevivido a los cambios del tiempo, de ideologías, de pastoral y forma, pero su esencia permanece aún en las personas que se acercan a vivir todo los nueve días de peregrinación, oración y celebración en recuerdo y sin él de una peregrinación histórica desde hace 238 años llegada a éstas tierras teapanecas.

Lic. Eddy Lorenzo González Jiménez, historiador.

domingo, 5 de agosto de 2018

CRISTO SEÑOR DE LAS LLUVIAS DE TEAPA

En nave lateral izquierda del templo parroquial de Santiago Apóstol se localiza una pequeña urna que contiene los restos de un cristo quemado durante la persecución religiosa de 1934. Esta imagen es conocida como el Milagroso Señor de las Lluvias que durante la época colonial cobró mucho auge, llegando a tener en el siglo XVIII una cofradía que estaba a cargo de su culto y veneración, era el crucifijo central del antiguo retablo de madera del templo, medía cerca de dos metros de alto y estaba colocado sobre una cruz de madera labrada con incrustaciones de relieve y algunas joyas de oro y piedras preciosas, la peana estaba en el nicho central superior encerrado en cuatro pilastras jónicas con una plataforma curva que daba aspecto de pequeño embovedado, era de un color moreno sin llegar a ser negro, más bien mestizo, era originario de la Almería en España donde existe un famoso santuario local dedicado a su culto cuya celebración era efectuada el 14 de septiembre.
Su devoción superó las expectativas del siglo XX y en los primeros años del 1900 se decía que cada rogativa dedicada al Santo Cristo era escuchada, por eso se le invocaba mucho en tiempos de sequía, al momento mismo de sacarlo en andas por las calles, no tardaba mucho en entrar al templo y desatarse los fuertes aguaceros aunque el pleno sol estuviera en su máxima potencia.
Foto 1: Urna que contienen los restos del Cristo quemado del Señor de las Lluvias, mismo que se ubicaba en el altar mayor de la Parroquia de Santiago Apóstol de Teapa, fue conservado gracias al esfuerzo del P. Modesto Carrera Cardo y del P. Inocencio Berumen Serrano en la década de los 60's. Propiedad ELGJ.
Por eso las personas solían llevar paraguas durante el recorrido, se cuenta que un oficial mayor avecindado en Teapa a principios del siglo XX durante el porfiriato, se quedó de pie en la entrada del templo y miró con asombro cómo el cielo se nublaba aún con el intenso sol terminada la santa misa, y comenzaban a caer los torrentes de agua y los fuertes vientos.
La imagen original fue quemada en 1915 por órdenes de Francisco J. Múgica que tomó el templo parroquial como cuartel militar para la tropa, el testimonio es sorprendente al momento de quemarse, unidas todas las imágenes para la chamusquina y rociadas con petróleo para encender así la hoguera, el fuego no tocó el más mínimo el cuerpo de la imagen y a vista de todos empezó a elevarse poco a poco ante los atónitos ojos de los teapanecos y de esta manera subió al cielo hasta perderse entre las nubes, después de todo este suceso y la prohibición de mencionar tal milagro, la gente decía ver al Cristo en medio de una piedra en el río Teapa donde ahora es la famosa poza del convento y éste los llamaba, pero por temor nadie se acercaba a la piedra donde estaba.
Foto 2: Estado en el que se encuentra la imagen del Cristo quemado Señor de las Lluvias, sin tratamiento alguno y se aprecia la cabeza y el torso, además se notan claramente los hachazos a los que fue sometido durante la "chamusquina" de 1934 frente al Palacio Municipal con la presencia del gobernador, Lic. Tomás Garrido Canabal. Propiedad ELGJ.
Se realizó una copia exactamente igual a la desaparecida que posteriormente durante el gobierno de Tomás Garrido Canabal se organizó otra quema de imágenes oficiada por la madre del poeta y receptor de rentas en Teapa Raúl Zepeda Santa Ana donde la réplica ardió en fuego en el año de 1934, tocó la banda del estado con asistencia del propio gobernador y presidente municipal Obelio P. Sala C., siendo rescatado el torso entre las cenizas a riesgo de ser pasado por las armas y es el que aún puede verse y venerarse en el templo, mismo que el Pbro. Modesto Carrera Cardo introdujo cuando el templo volvió a funcionar como sede parroquial.
Por esa razón, la conseja es, si quieres ver llover en tiempos de calor, saca al Cristo de las Lluvias al sol.

Lic. Eddy Lorenzo González Jiménez, historiador.