1864-1886. Segunda Parte.
... hágase el Obispado…
El año de 1864,
representó para el Ilmo. Dr. Dn. Leandro Rodríguez de la Gala y Enríquez,[1]
Administrador Apostólico de Yucatán un momento clave en los inicios de su
ministerio pastoral. Con notable visión se dio cuenta de las graves situaciones
en que se encontraba Tabasco en el área espiritual, por ello, con ayuda del
joven Pbro. Crescencio Carrillo y Ancona convinieron la necesitad de fragmentar
la Diócesis yucateca para dar cabida a la creación de la de Tabasco, para ello,
nombró al Cango. Pbro. Manuel José Delgado,[2]
Maestrescuelas de la S. I. C. quien solicitó la anuencia del Metropolitano, que
lo era entonces el Ilmo. y Excmo. Sr. Dr. Dn. Pelagio Antonio de Labastida y
Dávalos, Arzobispo de México. Las gestiones se detuvieron por variadas razones,
entre ellas, la Guerra de Castas que aún asolaba Yucatán, el sentido
fallecimiento del Pontífice Pío IX y la muerte del Cango. Maestrescuelas.
No fue hasta que en 1878, cuando fue
comisionado el Pbro. Lic. Vicente de Paúl Andrade y Pau de la Congregación de
la Misión,[3]
para agitar el correspondiente asunto con el Arzobispo de México.[4]
Andrade tenía ya un largo camino recorrido como gran bibliógrafo, historiador,
literato y eclesiástico connotado, los conocimientos que adquirió a lo largo de
su preparación sacerdotal en la Congregación de la Misión lo predeterminaron
para ocuparse con grandes éxitos en los negocios que la Iglesia Mexicana le
encargó, que no fueron pocos. Así, el Arzobispo de México elevó en junio de 1879
ante la Santa Sede las llamadas “Preces”
a S.S. León XIII, solicitando la gracia de ver elevado el Vicariato in cápite de Tabasco a categoría de
Obispado. Cuya respuesta no tardó en enviarla el Secretario de la Congregación
de Asuntos Eclesiásticos Extraordinarios, Mons. Domingo Ma. Jacobini a Mons. Labastida
y Dávalos en carta del 9 de octubre de ese mismo año, donde se aceptaba la
presente solicitud y pedía el envío de una serie de noticias relativas a
cuestiones territoriales, políticas, económicas, sociales, culturales y
estadísticas.[5]
En esta parte
fundamental era donde entraba en acción la presencia indispensable de Andrade
para lograr el cometido del Obispado, y llevándose la información solicitada,
se embarcó en Veracruz y salió para la Ciudad Eterna el 15 de diciembre de ese
mismo año. Llevaba consigo la cantidad de “un
mil pesos” que se tomó en préstamo para los gastos requeridos.[6]
Las directrices las manifestaba Andrade con Mons. Domenico Ma. Jacobini y éste
con el Secretario de la Sagrada Congregación Consistorial, Mons. Pietro Lasagni
que desde 1879 hasta 1880 estuvieron plenamente en diálogo para augurar el buen
éxito de la encomienda. El asesoramiento sobre este asunto lo tuvo Andrade con
el agente romano del Episcopado Mexicano, Sr. Enrico Angelini, versado en
asuntos diplomáticos eclesiásticos. Entregada la documentación a principios de 1880,
se procedió al estudio del caso de Tabasco, los requerimientos conforme al
derecho canónico y a los Sagrados Concilios.[7]
Ilmo. Sr. Cango. Dr. Manuel José Delgado, Maestrescuelas de la Santa Iglesia Catedral de Mérida de Yucatán. Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Yucatán. |
Mons.
Pietro Lasagni estudió con una comisión la situación de la Diócesis de Tabasco
detenidamente, las discusiones se presentaron, opiniones y confrontaciones
surgieron con respecto de un Estado que abarcaba un amplio territorio, pero que
los problemas políticos hacían inestable el sostenimiento de un Obispado,
además que las rentas eclesiásticas no se darían en forma debida para
manutención del cabildo catedral ya que la entidad está poblada en su mayoría
por indígenas que “viven en una
decadencia lamentable”. Sin embargo, se presentó a ejemplo el caso de otros
Obispados donde los territorios son mucho más pequeños y a pesar de ello,
sostienen un nutrido número de sacerdotes y clérigos con un Seminario Conciliar.
Al final de estas discusiones, los miembros concluyeron darle el fallo positivo
a la creación de la Diócesis.[8]
El negocio
no estaba completo sin la anuencia del Cabildo de la Santa Iglesia Catedral de
Mérida de Yucatán que firmaron todos en conjunto la petitoria anexa al
documento general que Mons. Rodríguez de la Gala envió a Mons. Labastida y
Dávalos, sabemos que seguía involucrado en el asunto el ahora Canónigo Carrillo
y Ancona ya que firma la petitoria en primer lugar. Los documentos fueron
manejados con gran habilidad y destreza por el Sr. Angelini quien en
comunicación constante argumentaba con Andrade sobre la posibilidad de
adelantar las gestiones y lograr lo antes posible la anhelada fundación. En una
de las sesiones preliminares con Mons. Lasagni, discutieron sobre la superficie
territorial que debía tener el dicho Obispado, Mons. Rodríguez de la Gala se había
carteado con los Obispos de la Provincia Mexicana, o sea, el de Antequera
(Mons. Vicente Fermín Márquez y Carrizosa) y el de Chiapas (Mons. Fray Ramón
María de San José Moreno y Castañeda, O.C.D.), éstos manifestaban el deseo de
fragmentar algunos territorios de sus respectivas jurisdicciones por razones de
pastoral cuidado, información que llegó a manos del Sr. Angelini el 20 de
febrero de 1880.[9]
El Obispo de Chiapas entregó a la Santa Sede un plano topográfico donde se
especificaban las parroquias que debían pasar a la administración de la nueva
Diócesis de Tabasco, situación que creó conflicto con su cabildo catedral y el
representante de éste, el canónigo Vicente Francisco Molina, pero fue superado.[10]
Ilmo. Sr. Cango. Lic. Vicente de Paúl Andrade, CM, Decano de la Insigne y Nacional Colegiata de Guadalupe. Álbum de la Coronación de la Santísima Virgen de Guadalupe, 1895. |
Las
formalidades habían dado fruto en este proyecto eclesiástico, Mons. Rodríguez
de la Gala aconsejado por el Pbro. Carrillo y Ancona estaban a punto de
fragmentar la Diócesis de Yucatán con la idea de lograr en un futuro no tan
lejano, la elevación de Yucatán a rango de Arquidiócesis, y Tabasco sería un
buen punto de referencia. Mientras tanto Mons. Jacobini comunicaba a Mons. Lasagni
el 26 de abril que el Papa estaba al tanto de esta gestión porque recibía constantemente
documentación de México donde el Arzobispo Labastida le recordaba el proceso
que se estaba llevando a cabo en las dependencias de la Santa Sede.[11]
A principios de mayo de 1880, se
determinaron los últimos puntos que durante los 4 meses anteriores se habían
estudiado en la comisión de la Sagrada Congregación Consistorial, y habiéndose
aprobado cada resolución se presentó la minuta a mediados del mes y el 25
inmediato, Mons. Pietro Lasagni expidió el Decreto
de desmembramiento que fue firmado por Su Santidad el Papa León XIII
llevando el título de “Cum iuxta Apostolicum affatum Episcopi”,
que con 17 puntos observaba la forma canónica de erección en ciudad episcopal
de San Juan Bautista, nombrándose patrón celestial, los privilegios y derechos
que se le otorgaban a la Catedral, la organización de capítulo de canónigos, el
cobro de diezmos para la fábrica y el sagrario de la Iglesia Catedral y las
funciones pastorales a las cuales debía estar destinada.[12]
Dos días
después se firmó el Acta que debía
enviarse al Obispo de Yucatán por medio de Andrade y que debía hacerla efectiva
el Arzobispo de México como Metropolitano que es de la Provincia Mexicana.[13]
A tal efecto se apresura Andrade a enviar una carta el 1 de junio próximo a Mons.
Rodríguez de la Gala para notificarle sobre la fundación efectiva de la
Diócesis de Tabasco y las directrices en que debía atenerse sobre los puntos
resueltos. Solo había que resolver dos problemas, uno
territorial-jurisdiccional y otro del candidato idóneo para ocupar la mitra,
aunque el Decreto marcaba que era
todo Tabasco, los Obispados vecinos otorgaron nuevas parroquias para la
administración espiritual del nuevo pastor que llegaría a gobernarla. Por lo
menos, esta situación se tomó en común acuerdo entre el Arzobispado de México y
la Diócesis de Yucatán, sin embargo, la otra necesitaba un poco más de tiempo para
gestionarse en Roma.[14]
Con
respecto al territorio la Carta Pastoral del 30 de diciembre de 1881, demarcaba
ya los límites que tendría la reciente creada Diócesis: San Juan Bautista que
era elevada a ciudad episcopal y su parroquia del Sr. de Esquipulas en
catedral, Teapa, Jalapa, Tacotalpa, Usumacinta, Macuspana, Nacajuca, Jalpa,
Cunduacán y Villa-Frontera que originalmente habían constituido la Vicaría in cápite y ahora se anexaban Huimanguillo
que pertenecía a la Diócesis de Antequera y Palenque, Tila, Moyos y Pichucalco a
la Diócesis de Chiapas.[15]
El problema aún no estaba del todo resuelto, Andrade recibe una carta el 23 de
junio de 1882 del Obispo de Chiapas donde informaba que cedía varias parroquias
más de su Obispado para que las administrara Tabasco, éste documento era
expedido meses después de la Carta Pastoral antes mencionada, aparte de esas
parroquias, también las de Rosario, Pueblo Nuevo, Amatán, Sacati, Moyos,
Sabanilla, Almendro, Yajalón, Chilón, Bachajón, Pueblo Viejo y El Real (con la
mitad de la selva Lacandona hasta los límites con Comitán).[16]
Yucatán por su parte en la citada
Carta Pastoral hacía extenso el conocimiento de que también cedía algunas
parroquias cercanas a Tabasco como Palizada con Jonuta, Sabancuy y Chicbul,
cuya notificación fue recibida por el Pbro. Fernando Ma. Torres y Hernández, CM
vicario general del Obispado de Tabasco el 10 de mayo de 1882. Pero dos años
después el Obispo tuvo que devolver las parroquias de Sabancuy y Chicbul por no
poderlas atender en visita episcopal por su lejanía de la capital, únicamente
quedó integrada la municipalidad de Palizada de Campeche con Jonuta en Tabasco.[17]
El Obispado de Tabasco quedaba constituido territorialmente mucho más grande en
lo espiritual que en lo civil.
Ahora
tocaba el turno disputarse el mando del Obispado, la fuerte corriente existente
en Yucatán sobre el control de su territorio peninsular tanto política como
espiritualmente, significó una acalorada imposición entre dos instituciones
algo dispares, la Diócesis de Yucatán y la Congregación de la Misión. Desde que
se nombró a Andrade como comisionado, las pretensiones de Yucatán fueron
colocarlo a él para prelado de la nueva sede; las simpatías entre el Pbro.
Carrillo y Ancona y Andrade surgieron a raíz de sus excelentes trabajos
históricos y literarios. De esta manera, Mons. Rodríguez de la Gala estaba
convencido que Andrade sería un buen candidato a ocupar la sede tabasqueña. Al
fundarse ésta, el Papa lo presenta como su primer prelado.[18]
A pesar de esta presentación, aún no estaba preconizado en el Consistorio; Mons.
Labastida y Dávalos opinaba si había algún obstáculo él mismo mandaría la
información necesaria a Roma sobre su institución para Obispo.[19]
Lamentablemente
la buena posición de Andrade se vio ofuscada por el testimonio negativo que
presentó su antiguo protector y maestro, el Pbro. Agustín de Jesús Torres, CM
que fungía como Visitador de la Congregación de la Misión en México donde
informaba la mala conducta de Andrade a sus Superiores y el proceso de
expulsión que estaba pesando sobre él en México.[20]
Esta participación de Torres y Hernández, CM motivó al Arzobispo de México para
presentarlo como un buen candidato a ocupar la nueva sede, cuya noticia cayó
como un golpe a la autoridad de Rodríguez de la Gala.[21]
Así, fue preconizado el R.P. Apolinario Agustín de Jesús Torres y Hernández, CM
como primer Obispo de Tabasco en el Consistorio del 18 de noviembre de 1881 en
Roma.[22]
Fue consagrado el 19 de febrero de 1882 en la Colegiata de Guadalupe por el
Arzobispo de México, Mons. Pelagio Antonio de Labastida y Dávalos, asistido por
Mons. Francisco de Paula Verea y González, Obispo de Puebla y Mons. Ignacio
Montes de Oca y Obregón, Obispo de Linares.[23]
Esta fundación del Obispado y su
primer prelado no fueron comunicados al Vicario in cápite de Tabasco, Pbro. Manuel Gil y Sáenz que se sintió
traicionado por la Iglesia yucateca, ya que tenía aspiraciones para lograr la
anhelada fundación y llegar a ser también su primer Obispo.[24]
Preparaba todo espiritualmente para que se fundase un obispado en Tabasco,
había establecido los Ejercicios de San Ignacio de Loyola, la Sociedad
Católica, la Vela Perpetua, confesiones y comuniones, la devoción a los
Sagrados Corazones de Jesús y María, devoción de los lunes a las benditas almas
del purgatorio, la celebración de la Semana Santa con toda la suntuosidad en la
capital San Juan Bautista donde era párroco.[25]
El 4 de enero de 1882, le fue entregada una carta del obispo de Yucatán, la
cual al recibirla, cesaba de todos sus cargos eclesiásticos (Vicario in cápite, Juez Eclesiástico de Tabasco
y Cura Párroco de San Juan Bautista) y se le informaba de la llegada de unos
sacerdotes que irían a recibir la documentación de Tabasco, no queriéndose ver
en la vergüenza de parecer destituido, decide enviar su renuncia que llega
justo antes de la llegada de los sacerdotes paulinos, el 27 del mismo mes,
entrega al Pbro. Sabino Vega que se encargará de darle posesión al Pbro.
Fernando Ma. Torres y Hernández, CM que estaba delegado del Arzobispo de México
para dar fe jurídica de la elevación de la Diócesis de Tabasco, a partir de ese
momento Gil y Sáenz se retira a la vida privada.
Cuando a
Torres y Hernández, CM lo trasladan a Tulancingo en 1885, nuevamente Yucatán ve
una oportunidad para imponer a su antiguo candidato Andrade, la correspondencia
entre Labastida y Dávalos con Carrillo y Ancona sobre ese asunto no fue ajeno a
los círculos eclesiásticos de entonces,[26]
pero ahora la decisión le tocaba a Roma, y no fue Andrade, fue otro sacerdote
paulino o de la Misión, el R.P. José Perfecto Amézquita y Gutiérrez, CM quien
resultó nominado, preconizado el 7 de junio de 1886 y consagrado obispo de
Tabasco el 5 de septiembre en la parroquia de Guanajuato por el Obispo de León,
Mons. Tomás Barón y Morales, asistido por los Obispos de Linares, Mons. Ignacio
Montes de Oca y Obregón y de Tulancingo, Mons. Apolinario Agustín de Jesús
Torres y Hernández, CM.[27]
Con ello se dio fin a una larga lucha de poderes eclesiales, relaciones
diplomáticas e imposiciones episcopales.
A manera de
conclusión tenemos que: a) durante los siglos anteriores se pensó atender a
Tabasco en lo espiritual con la fundación de un Obispado que no se logró por la
poca importancia que le dio la Corona a la evangelización en el territorio; b)
la ambición del Obispado de Yucatán por lograr ser una Arquidiócesis motivó la
fundación del de Tabasco; c) las irregularidades con las que se movían los
límites territoriales de la entidad ocasionaron que el Papa no definiera la
jurisdicción territorial que demarcaría la nueva sede; d) las disputas por
ocupar la mitra episcopal fue orientada a las pretensiones de Yucatán sobre el
dominio y control de la península en lo espiritual. Todo esto nos demuestra que
en 2 décadas de continuas gestiones, los tabasqueños no tuvieron siquiera la
más mínima participación en el asunto que manejaron la Diócesis de Yucatán y el
Arzobispado de México y únicamente aceptaron la fundación del Obispado porque
requerían los cuidados pastorales de un prelado de forma más efectiva y
cercana.
Lic. Eddy Lorenzo González Jiménez, historiador.
* * * * *
F U E N T E S D O C U M E N T A L E S Y B I
B L I O G R A F I C A S
ARCHIVO SECRETO
VATICANO (ASV)
1. Decretum dismembrationis dioecesis Iucatanensis atque erectionis
novae dioecesis Tabasquensis in ditione Mexicana. Acta Leonis XIII, Vol. II, p. 74 – 81, 1880.
2. Carta de Rodríguez de la Gala y Carrillo y Ancona al
Pbro. Vicente de P. Andrade sobre Tabasco. 31/12/1878. Congregazione degli Affari Ecclesiastici Straordinarii [A.E.S.].
Messico n. 63, fasc. 4, fs. 1-7.
3. Carta de Rodríguez de la Gala a Enrico Angelini. 20/02/1880. A.E.S. Messico n. 63.
4. Carta borrador de Domenico Jacobini a Pietro Lasagni.
26/04/1880. Acta Congregationis Consistorialis
[A.C.C.]. Fasc. 16.
5. Minuta del Acta de desmembración de Yucatán y erección de
la diócesis de Tabasco. A.E.S. Messico n.
63, fasc. 3, fs. 1-5.
6. Acta de desmembración de Yucatán y erección de la
diócesis de Tabasco. 27/05/1880. A.C.C.
Fasc. 16, fs. 7-11.
7. Carta de Labastida y Dávalos al Papa León XIII, sobre la
idoneidad de Andrade para Obispo de Tabasco. 15/07/1800. A.E.S. Messico n. 63, fasc. 1.
8. Carta de Jacobini a Rodríguez de la Gala. 09/11/1880. A.E.S. Messico n. 63, fasc. 4, fs. 4-5.
9. Decreto de desmembración de algunas parroquias de Chiapas
e incorporación a Tabasco. 23/06/1882. A.E.S.
Messico n. 45, fasc. 45, fs. 1-6.
10. Carta del Pbro. Agustín Torres, visitador de la
Congregación de la Misión en México dando un testimonio negativo del Pbro.
Andrade (s.f.). A.E.S. Messico n. 63.
11. Carta de Carrillo y Ancona al Papa León XIII,
proponiendo a Vicente de P. Andrade para Obispo de Tabasco. 10/09/1885. A.E.S. Messico n. 105.
12. Acta Sanctae Sedis (ASS).
Vol. XIV. Typis Polyglotta e Officinae S. C. De Propaganda Fide. Romae,
MDCCCLXXXI.
ARCHIVO HISTÓRICO
DE LA ARQUIDIÓCESIS DE YUCATÁN (AHAY)
1. Carta del Pbro. Andrade a Rodríguez de la Gala,
notificándole que el Papa León XIII había instituido la nueva diócesis de
Tabasco y designándolo a él para su primer Obispo. 01/06/1880. AHAY,
Librero 6, Est. 3, Caja 7, f. 13.
2. Nominación del Pbro. Agustín Torres para primer Obispo de
Tabasco. 11/11/1881. AHAY, Librero 6,
Est. 3, Caja 7, fs. 11-12.
3. Carta del Pbro. Fernando M. Torres al canónigo Carrillo y
Ancona, sobre la agregación de la parroquia de Palizada a Tabasco. 10/05/1882. AHAY, Librero 6, Est. 3, Caja 7, f. 7.
4. Oficio notificando la devolución a Yucatán de las
parroquias de Sabancuy y Chicbul, por no poder atenderlas el Obispo de Tabasco.
15/05/1884. AHAY, Librero 2, Est. 1, Caja
Carrillo y Ancona 2, f. 13.
ARCHIVO CARRILLO Y
ANCONA DEL SEMINARIO DE YUCATÁN (ACASY)
1. Carta de Enrico Angelini a Carrillo y Ancona, sobre la
erección de Tabasco, el Pbro. Andrade para esa diócesis y ofreciéndose para
procurar una mitra episcopal para Carrillo y Ancona. ACASY, Bolsa 32, f. 32.
2. Carta de Labastida y Dávalos a Carrillo y Ancona, sobre
Vicente de P. Andrade para Obispo de Tabasco. 28/09/1884. ACASY, Bolsa 35, fs. 39-42.
3. Cartas de Carrillo y Ancona al Pbro. Andrade y al
Arzobispo de México, sobre la postulación de Andrade para Obispo de Tabasco.
17/09/1885. ACASY, Libro de misas…, p.
209.
CENTRO DE APOYO A
LA INVESTIGACIÓN HISTÓRICA DE YUCATÁN (CAIHY) AHORA BIBLIOTECA YUCATANENSE (BY)
1. Decimatercia Carta Pastoral: especialmente dirigida al
clero y pueblo del Estado de Tabasco sobre la segregación de su territorio del
de este obispado de Yucatán y su erección en nueva diócesis por gracia especial
de Nuestro Santísimo Padre el Papa León XIII / del Illmo. Sr. Dr. D. Leandro
Rodríguez de la Gala, dignísimo Obispo de Yucatán, Tabasco, etc. CAIHY, Fondo Reservado, Sección Folletería,
XXXV – 1882 – 09.
2. Carta Pastoral de la Mitra de Yucatán al Vicario in
Cápite del Estado de Tabasco en contestación al oficio con que acompaña un
ejemplar del decreto N. 24 de aquella H. Legislatura. CAIHY, Biblioteca Crescencio Carrillo y Ancona (BCCA), Fondo Reservado,
Coloc. 253.09C37 – 1829.
BIBLIOTECA DE LA
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN (BUANL)
1. Cartas de Indias. Tomo I. Edmundo Aviña Levy.
Guadalajara, Jalisco, México, 1970. Fondo
Fernando Díaz Ramírez, coloc. 1020000697.
2. Catecismo Geográfico-Histórico-Estadístico de la Iglesia
Mexicana por el Presbítero Br. Fortino Hipólito Vera, Cura Vicario foráneo de
Amecameca. Imprenta del Colegio Católico, 1881. Fondo Emeterio Valverde Téllez, coloc. 1080026203.
3. Compendio Histórico, Geográfico y Estadístico del Estado
de Tabasco, su autor Manuel Gil y Sáenz, presbítero. Tabasco, Tipología de José
M. Abalos, 1872. Fondo Emeterio Valverde
Téllez, coloc. 10800018033.
4. Episcopado mejicano nacional. Pequeña relación por orden
cronológico de los Ilmos. Sres. Obispos nacidos en el suelo mexicano que han
gobernado la iglesia en su país y los que fuera de la patria la han gobernado
en otras naciones. Estracto formado por Manuel García y Moyeda. Socio de la
“Cruz Roja” en España. León, México, Tip. Barredillo y Comp. – Montealegre, 1884.
Fondo Ricardo Díaz Covarrubias, coloc.
1080012197.
5. El Obispado de Yucatán. Historia de su fundación y de sus
obispos desde el siglo XVI hasta el XIX seguida de las Constituciones Sinodales
de la Diócesis y otros documentos relativos. Por el Illmo. Sr. Dr. Don
Crescencio Carrillo y Ancona, Obispo de la misma Diócesis. Miembro de la
Sociedad Mexicana de Geografía, Estadística e Historia y de otras corporaciones
científicas nacionales y extranjeras. Tomo I y II. Mérida de Yucatán, Imp. y
Lit. de Ricardo B. Caballero, 1892. Fondo
Emeterio Valverde Téllez, coloc. 1080015817 y 1080015818.
6. El primer obispado de la nación mejicana. Artículos
publicados sobre esta materia y sobre otros puntos de nuestra historia por Juan
Francisco Molina Solís. Mérida de Yucatán, Imprenta “Loret de Mola”, 1897. Fondo Ricardo Covarrubias, coloc. 1080012163.
7. Historia del antiguo Seminario de San Ildefonso por
Serapio Baqueiro quien la dedica a su ilustrado amigo Martín Pereza Pacheco.
Tipografía de G. Canto. Mérida, 1894. Fondo
Emeterio Valverde Téllez, coloc. 1080015629.
BIBLIOGRAFÍA
GENERAL
1. Andrade, Vicente de Paul: Noticias biográficas de los Ilmos. Sres, Obispos de Chiapas.
Imprenta Guadalupana de Reyes Velasco. México, 1907.
2. Cárdenas y Romero, José Eduardo de: Memoria a favor de la Provincia de Tabasco en la Nueva España.
Editor y estudio introductorio Miguel Ángel Díaz Perera. Grupo DG – ECOSUR.
Tabasco, México, 2010.
3. Martínez Assad, Carlos: Breve historia de Tabasco. FCE – COLMEX – FHA. México, 2006.
4. Mestre Ghigliazza, Manuel: Datos para la biografía del Presbítero Manuel Gil y Sáenz en Gil y
Sáenz, Manuel: “Compendio histórico, geográfico y estadístico del Estado de
Tabasco”. Instituto de Cultura de Tabasco. Tabasco, 1979.
5. Mestre Ghigliazza, Manuel: Documentos y datos para la historia de Tabasco. Tomo I. Universidad
Juárez Autónoma de Tabasco. Villahermosa, 1984.
6. Rico Medina, Samuel: Los
predicamentos de la fe. La inquisición en Tabasco 1567-1811. Gobierno del
Estado de Tabasco. Instituto de Cultura de Tabasco. Villahermosa, 1990.
7. Ruz, Mario Humberto: Tabasco
en Chiapas. Documentos para la historia tabasqueña en el Archivo Diocesano de
San Cristóbal de las Casas. CEM, IIF, UNAM. México, 1994.
ARTÍCULOS
1. Jiménez Abollado, Francisco Luis: Los cambios jurisdiccionales
eclesiásticos en la Provincia de Tabasco durante el siglo XVI y
principios del XVII en Estudios de Historia Novohispana. Vol. 36. IIH-UNAM.
México, 2007, págs. 83-99.
2. Torre Villar, Ernesto de
la: Erección de obispados en el siglo
XVIII. El obispado de Valles en Estudios de Historia Novohispana. Vol. 3.
IIH-UNAM. México, 1970, págs. 1-61.
[1] José Leandro de la Santísima Trinidad Rodríguez de la Gala
y Enríquez nació en la ciudad de Mérida de Yucatán el 28 de febrero de 1814.
Realizó sus primeras letras en Mérida, pasó al colegio de San Ildefonso en
1830, sostuvo varios actos públicos “con
el mayor esplendor y lucimiento”. Recibió las 4 órdenes menores el 22 de
septiembre de 1836, subdiaconado 2 días después, diaconado el 2 de octubre y el
presbiterado el 11 de marzo de 1837. Catedrático de lengua latina, filosofía y
teología moral. Vicerrector del Seminario Conciliar en 1846. Capellán del Santísimo
Cristo de las Ampollas; Vocal Secretario de la Junta Eclesiástica de Censura;
Examinador Sinodal y Canónigo Segundo de Gracia. Gobernador del Obispado sede
vacante en 1863. Administrador Apostólico en abril del mismo año y preconizado
como titular el 22 de marzo de 1868, gobernó hasta el 14 de febrero de 1887 en
que falleció en su ciudad episcopal. Crescencio: El Obispado de Yucatán…, págs. 1063-1090; García y Moyeda, Manuel: El episcopado mejicano nacional…, p. 79.
[2] Decimatercia Carta Pastoral: especialmente dirigía al clero y pueblo del Estado de Tabasco…,
1882, pág. 6. CAIHY, Fondo Reservado,
Sección Folletería, XXXV–1882–09. El Cango. Maestrescuelas Manuel José
Delgado pertenecía a una familia pobre de Bacalar. Fue Rector y Vicerrector,
Cura del Sagrario de la Santa Iglesia Catedral, Doctor en Teología, Licenciado
en Derecho, Diputado al Congreso del Estado en 1850, Consejero de Gobierno en
1858, y finalmente Canónigo Maestrescuelas, falleció en junio de 1872 en Mérida
de Yucatán. Baqueiro, Serapio: Historia
del antiguo Seminario de San Ildefonso…, p. 24.
[3] Vicente de Paul Andrade y Pau nació el 23 de febrero de
1844 en la ciudad de México. Estudió las primeras letras en el
colegio-seminario de los vicentinos en León, Guanajuato. Muy joven entró en la
Congregación de la Misión, 12 de noviembre de 1863 y dos años después tomó los
votos. Se fue a París para continuar sus estudios teológicos en la casa madre
de la Congregación y se ordena sacerdote el 19 de diciembre de 1868. Estuvo en
los seminarios de Jalapa, Zacatecas, la ciudad de México, Puebla y en la casa
central de San Lorenzo en donde llegó a ser tesorero y secretario en 1877.
Encargado de los negocios para la fundación de la Diócesis de Tabasco. Por
incomprensiones y serios problemas de la Congregación, tuvo que pedir su
exclaustración. La Congregación Consistorial le tomó en cuenta para Obispo de
Yucatán y para la de Tabasco, pero después desistió en la idea. Cura del
Sagrario Catedral de México y Canónigo de la Colegiata de Guadalupe en 1887.
Falleció el 17 de agosto de 1915 en la ciudad de México. Poole, Stafford, CM: The eventful life of Vicente de Paul Andrade…,
págs. 11-34.
[4] Se le facultaba como procurador ad hoc para cumplir con su misión. Carta
de Rodríguez de la Gala y Carrillo y Ancona al Pbro. Vicente de P. Andrade.
31/12/1878. A.E.S., Messico n. 63, fasc.
4, fs. 1-7.
[5] Esta carta fue publicada por el periódico capitalino La Voz de México el 24 de diciembre de
1879 con el título “Diócesis de Tabasco”, reproducida por Mestre Ghigliazza,
Manuel: Datos para la biografía del
Presbítero Manuel Gil y Sáenz en Gil y Sáenz, Manuel: Compendio histórico…, pág. XIV.
[6] Decimatercia Carta Pastoral: op. cit., 1882, pág. 7. CAIHY,
Fondo Reservado, Sección Folletería, XXXV–1882–09.
[7] Carta de Rodríguez de la Gala a Enrico Angelini.
20/02/1880. A.E.S. Messico n. 63;
Carta borrador de Domenico Jacobini a Pietro Lasagni. 26/04/1880. A.C.C., Fasc. 16.
[8] Aún no se había demarcado específicamente el territorio que
ocuparía la nueva sede episcopal, este asunto fue tratado con la mayor
solicitud e interés de los prelados de Antequera, Chiapas y Yucatán. Minuta del
Acta de desmembración de Yucatán y erección de la diócesis de Tabasco. A.E.S. Messico n. 63, fasc. 3, fs. 1-5.
[9]Por circunstancias históricas estos territorios colindantes
tenían una proximidad más acentuada a Tabasco que a sus respectivas sedes.
Carta borrador de Domenico Jacobini a Pietro Lasagni. 26/04/1880. A.C.C., Fasc. 16.
[10] Mons. Moreno y Castañeda tuvo serios problemas con su
cabildo catedral quienes no se encontraban de acuerdo en ceder la mayor parte
de las parroquias del norte de la Diócesis pertenecientes a las comunidades
indígenas zoques y choles. El canónigo Molina afirmaba el 3 de agosto de 1882
en una carta al que sería el primer obispo de Tabasco los inconvenientes que
esta anexión traería como: “1) La
fragosidad de los caminos impide la visita a los pueblos; 2) Los curas que
queden encargados de esos pueblos estarán sujetos en lo político a Chiapas y en
lo eclesiástico a Tabasco; 3) Trastorno de los límites políticos de los
estados. En resumen, duda sobre la validez de tal jurisdicción.” Ruz, Mario
Humberto: Tabasco en Chiapas…, p. 42.
[11]Carta de Rodríguez de la Gala a Enrico Angelini. 20/02/1880. A.E.S. Messico n. 63.
[12]Decretum dismembrationis dioecesis Iucatanensis atque
erectionis novae dioecesis Tabasquensis in ditione Mexicana. Acta Leonis XIII, Vol. II, 1880, págs.
74-81.
[13] Acta de desmembración de Yucatán y erección de la diócesis
de Tabasco. 27/05/1880. A.C.C. Fasc. 16,
fs. 7-11.
[14] Carta del Pbro. Andrade a Rodríguez de la Gala,
notificándole que el Papa León XIII había instituido la nueva diócesis de
Tabasco y designándolo a él para su primer Obispo. 01/06/1880. AHAY,
Librero 6, Est. 3, Caja 7, f. 13.
[15] Decimatercia Carta Pastoral: op. cit., pág. 8. CAIHY,
Fondo Reservado, Sección Folletería, XXXV–1882–09.
[16] La Santa Sede en el párrafo II del documento de
Desmembramiento anota que: “… Por tanto
ha ordenado queden separados de la Diócesis de Chiapas y desmembrados los dos
Departamentos vulgarmente llamados Pichucalco y Palenque, además los pueblos
Rosario, Pueblo Nuevo, Amatán, Sacaiti, Moyos, Sabanilla, Almendra y Yajalón,
que pertenecen al centro, con toda la extensión de tierra que ocupan los indios
lacandones y toda la línea del territorio o Departamento que toca al otro del
Palenque, desde el río Usumacinta hasta la línea que divide el Departamento de
Comitán, en términos que de ese Departamento solo quedaran a Chiapas: Chilón,
Bachajón, El Real, Pueblo Viejo y el Rosario (que no debe confundirse con el
que ya se tiene mencionado arriba). Es voluntad de Su Santidad que los
departamentos y pueblos mencionados, desmembrados y separados de la Diócesis de
Chiapas, queden agregados, unidos e incorporados a la limítrofe Diócesis de
Tabasco, como así lo ordena con la autoridad Apostólica de que goza, y eso con
todos sus habitantes de uno y otro tipo, Iglesias, instituciones piadosas,
derechos personales y mixtos y con todos sus accesorios de cualquier género que
sean.”. Decreto de desmembración de algunas parroquias de Chiapas e
incorporación a Tabasco. 23/06/1882. A.E.S.
Messico n. 45, fasc. 45, fs. 1-6; Ruz, Mario Humberto: Tabasco en Chiapas…, p. 44.
[17] Decimatercia Carta Pastoral: op. cit. CAIHY, Fondo
Reservado, Sección Folletería, XXXV–1882–09; Carta del Pbro. Fernando Ma.
Torres al canónigo Carrillo y Ancona, sobre la agregación de la parroquia de
Palizada a Tabasco. 10/05/1882. AHAY,
Librero 6, Est. 3, Caja 7, f. 7; Oficio notificando la devolución a Yucatán
de las parroquias de Sabancuy y Chicbul. 15/05/1884. AHAY, Librero 2, Est. 1, Caja Carrillo y Ancona 2, f. 13.
[18] Andrade a este respecto comentaba que el único camino que
le quedaba: “…era renunciar,
pero ni aún esto se me concede y con amargura suma tendré que inclinarme
a la voluntad Divina, según me ha manifestado nuestro dignísimo Metropolitano. Ruego muy encarecidamente a V. S. I. [...] de guardar el secreto de
mi nombramiento, hasta que sea preconizado, es decir, en el próximo
Consistorio tal vez…”. Carta del Pbro.
Andrade a Rodríguez de la Gala, notificándole que el Papa León XIII había
instituido la nueva diócesis de Tabasco y designándolo a él para su primer
Obispo. 01/06/1880. AHAY, Librero 6, Est. 3, Caja 7, f. 13.
[19] Carta de Labastida y Dávalos a Carrillo y Ancona, sobre
Vicente de P. Andrade para Obispo de Tabasco. 28/09/1884. ACASY, Bolsa 35, fs. 39-42.
[20] La problemática presentada en el caso del Pbro. Andrade,
fue suscitada por incomprensiones entre los miembros de la Congregación de la
Misión, los miembros españoles estaban en desacuerdo con las directrices de los
Superiores mexicanos y éstos con los primeros, debido a que Andrade era uno de
los favoritos y por el peso que suponía su familia sobre asuntos de la
Congregación, fue visto con malos ojos y calumniado. Carta del Pbro. Agustín
Torres, visitador de la Congregación de la Misión en México dando un testimonio
negativo del Pbro. Andrade (s.f.). A.E.S. Messico n.
63; Poole, Stafford, CM: The eventful
life of Vicente de Paúl Andrade…, págs. 18-23.
[21] Ni Torres, ni Rodríguez de la Gala sabían que Labastida
nominaba al primero para Obispo. Nominación del Pbro. Agustín Torres para
primer Obispo de Tabasco. 11/11/1881. AHAY,
Librero 6, Est. 3, Caja 7, fs. 11-12.
[22] Ex Actis Consistorialibus, 18/11/1881 en Acta Sanctae Sedis, Vol. XIV. Typis
Polyglotta e Officinae S. C. De Propaganda Fide. Romae, MDCCCLXXXI, p. 197.
[23] Poole, Stafford, CM: The eventful life of Vicente de Paul
Andrade…, p. 17.
[24] Refiere Gil y Sáenz “… Serví
a la Iglesia 30 años, me pagaron mal, y hace 22 que me retiré…”. Mestre
Ghigliazza, Manuel: Datos para la
biografía del Presbítero Manuel Gil y Sáenz en op. cit., p. XI.
[25] Hacía alarde de sus aspiraciones a obtener la mitra de
Tabasco, pero mostraba la humildad digna de un sacerdote al decir que aunque “…
los periódicos me pedían para Obispo, yo
nunca he querido esa honrosa prisión…”. Más adelante en carta del 30 de
noviembre de 1904 a Mestre Ghigliazza le comenta los motivos por el cual
decidió separarse del servicio sacerdotal “… Desempeñé la Vicaría incápite, hasta 1882, que erigieron obispado a
Tabasco, y como yo preparé eso para que fuera obispado, fue nombrado un tal
Torres, y luego Amézquita; los dos me hablaron para servir, pero de segundo
plato no quise y me retiré a la vida privada, en la que permanezco sin molestar
a nadie…”, el calificativo de segundo plato seguramente fue porque no le
ofrecieron ser canónigo de catedral o vicario general, sino simple sacerdote de
pueblo, ocasionándole una ofensa a su dignidad. Ibídem.
[26] Carta de Carrillo y Ancona al
Papa León XIII, proponiendo a Vicente de P. Andrade para Obispo de Tabasco.
10/09/1885. A.E.S. Messico n. 105;
Carta de Labastida y Dávalos a Carrillo y Ancona, sobre Vicente de P. Andrade
para Obispo de Tabasco. 28/09/1884. ACASY,
Bolsa 35, fs. 39-42; Cartas de Carrillo y Ancona al Pbro. Andrade y al
Arzobispo de México, sobre la postulación de Andrade para Obispo de Tabasco.
17/09/1885. ACASY, Libro de misas…, p.
209.
[27] Cabe decir que nuevamente aparece en campaña el Pbro.
Manuel Gil y Sáenz para candidatearse como Obispo de Tabasco, las fuentes
refieren que fueron 40 vecinos de San Juan Bautista quienes enviaron un pliego
petitorio firmado al Arzobispo Labastida para que se tomara en cuenta al
presbítero tabasqueño, sin embargo, de nada sirvió el empeño de estas personas.
Ibídem.